¿CUÁNDO, CÓMO Y POR QUÉ SE FORMÓ?

El choque de las placas tectónicas provocó el nacimiento de las Montañas Rocosas y de la meseta del Colorado, elevando así, la corteza oceánica en la que durante millones de años se habían ido depositando los sedimentos que terminaron formando las rocas que actualmente vemos en el cañón. La meseta quedó elevada entre 2100 y 2700 m sobre el nivel del mar.
Poco a poco, el río Colorado ha ido excavando su cauce provocando así la erosión de las rocas sedimentarias y por lo tanto, la formación del cañón.
Las rocas sedimentarias que forman el Gran Cañón son esquistos, calizas y areniscas, materiales blandos que favorecen su erosión.
A este tipo de erosión se le conoce como erosión fluvial. La fuerza del agua desgasta el cauce del río produciéndose así, el desprendimiento de pequeñas rocas que son arrastradas por la corriente y que son depositadas en el curso bajo.
Además del río Colorado, sus afluentes y las aguas de escorrentía han ayudado a formar este magnífico laberinto de cañones.

Erosión del río Colorado: